miércoles, 14 de febrero de 2007

¿Qué significa esto? 7ª Parte

... Suaga estaba en un lago, no muy grande. Más que un lago era un estanque, rodeado de altos árboles. En el agua se podían ver zaipdos, una especie animal, mezcla entre cisne y pavo real, con diversos colores. Okses, el sol, brillaba en lo alto y formas divertidas se movían en el cielo, gracias a las nubes de algodón. Todo era paz, sosiego, el aire fresco en la cara, el olor de las plantas cercanas... A lo lejos vio venir nadando del estanque una figura, que fue creciendo según se iba acercando. No sabía quién o qué era, pero sabía que le gustaba, notaba que esa figura traía consigo su felicidad... pero notaba que también con ella llegaba la pena, la mayor de las tristezas.

Al llegar a la orilla se fue incorporando. Era un ser hermoso, no bello, sino atractivo. No era su cuerpo perfecto, ni el tipo en el que se solía fijar, pero curiosamente le gustaba. Su cabello era corto y oscuro, con una larga y fina trenza blanca que le nacía sobre la nuca, y una pluma azul al final de la misma, a modo de adorno. Este detalle, junto con el pardo color de su piel, y el negro azabache de sus ojos (negros en su totalidad, ya que si mirabas en ellos parecía que estuvieses mirando al vacío), le delataban. Era un treico.
Se acercó suavemente, le acarició la mejilla y le besó. Suaga sintió que se fusionaba con él en ese beso, y quiso que no terminase nunca. Al separarse, el treico le apartó, y en la lengua de la Familia del Inicio* le hizo un signo. El triga no lo entendió bien, pero de pronto todo se empezó a oscurecer. El aire empezó a soplar fuerte, las copas de los árboles se agitaban y un torrente de nubes empezó a compactarse sobre su cabeza. El treico se fue alejando y Suaga quiso aferrarse a él, pues sabía que si conseguía abrazarle estaría seguro. Pero le fue imposible. El treico no se movía,y aun así se alejaba de su alcance. De pronto notó que sus pies entraban en contacto con el agua del estanque, y que chocaban con algo. La sangre se le heló al mirar hacia abajo y descubrir que a la orilla estaban llegando los cuerpos sin vida de los preciosos zaipdos que antes alegraban la vista con su figura, y el oído con su canto. Y mayor fue su temor, al conseguir ver el agua y detectar que era roja, como la sangre de los eres vivos de Aldebodal.
Intentó salir del agua, pero los pies se le pegaban al suelo, como si estuviera pisando un lodazal. Cuanto más intentaba huir, más se hundía, y más se pegaba al suelo. La angustia se apoderaba de él y el aire parecía faltarle. Al fondo el treico le miraba y no paraba de llorar. Parecía tenderle los brazos, pero no conseguían llegar a tocarse. El aire le faltaba cada vez más. No podía respirar. El lodo se le tragaba, el agua le cubría, le faltaba el aire, no podía respirar...

- ¡¡¡NNOOO!!! - gritó Suaga al despertar. Trunck pegó un respingo, y se despertó con el grito.

- ¿Qué ocurre? - le preguntó-. ¿Estás bien?

Suaga le miró fijamente. Era igual. El treico de su sueño era igual a Trunck. Lo más extraño de todo era que, aquel sueño había perturbado a Suaga durante toda su vida, ya que solía soñar con él en ocasiones, quizá con alguna variación, pero en base, prácticamente idéntico, y a Trunck, le conocía desde hacía un mes (Obsial).
Trunck le protegió entre sus brazos para consolarle, y, abrazados, se recostaron juntos sobre la cama. Suaga sintió que aquel era el lugar en que quería estar, donde más seguro se encontraba, donde más cómodo. Pudiera ser que acabase de encontrar su lugar en el mundo de Aldebodal.

*La vida de los botany está gobernada por la Emperatriz de Aldebodal, puesto al que pueden llegar aquellos que mediante pruebas y exámenes acceden a la familia de la Emperatriz, quien mantiene en orden las
relaciones con los demás habitantes y seres del planeta. Años Oxiales atrás, los miembros de algunas familias formaron un grupo reticente a este sistema , los sizan, y destruyeron el linaje de la Emperatriz al completo...o eso pensaban, ya que una joven, llamada Endora, se salvó, consiguió hacerse con algunos de los saberes de su familia y escapó con la ayuda de cuatro duendes, hasta entonces nunca vistos en Aldebodal, llamados duendes keslar. Ellos la entrenaron, la ayudaron a formar una revuelta para derrocar el sistema de terror y violencia que los Sizan habían implantado, y juntos los desterraron al continente del volcán, el continente Aco. Desde entoncces, los keslar sirven a la emperatriz que gobierne, en su palacio del Monte Daymantos, donde se encuentra el Manantial de Sirhi Okr, nacimiento de los seis ríos de Aldebodal.

No hay comentarios: